En nuestro cuerpo tenemos unos receptores del dolor denominados como nociceptores, gracias a los cuales sentimos dolor. Pero se ha demostrado en numerosos estudios que nuestro cerebro no tiene esos receptores, por lo que es inmune al dolor.
No obstante, los tejidos que rodean a nuestro cerebro sí que presentan dichos receptores, por lo que sí que sienten dolor. Esto hace que en una neurocirugía el paciente pueda estar despierto y alerta, aplicando solo anestesia local a determinadas áreas que rodean al cerebro.
Tanto nuestro cerebro, como nuestro cuerpo, está compuesto en su gran mayoría de agua. Esto es muy importante porque indica que necesita también hidratarse para poder funcionar correctamente.
En verano, después de hacer deporte o cuando estés realizando una actividad mental compleja, ten siempre cerca agua. Si el cerebro está deshidratado no es capaz de realizar eficientemente tareas que requieran emplear las funciones ejecutivas, atención o lenguaje.
La creencia que afirma que diferentes partes del cerebro se encargan de diferentes áreas cerebrales no es del todo errónea, ya que cuando existe una lesión cerebral en un área concreta del cerebro, ésta provoca una determinada alteración funcional.
Sin embargo, los neurocientíficos han podido observar mediante técnicas de neuroimagen que nuestro cerebro actúa en redes modales. En procesos de rehabilitación se ha visto y comprobado que el cerebro es capaz de poner en practica técnicas de compensación, asumiendo otras áreas no lesionadas, la función adjudicada al área lesionada.
Por otro lado, cuando ejecutamos una tarea, no solo se activa una parte, sino que se activa toda una red de neuronas en nuestro cerebro, ya que para una sola tarea necesitamos diferentes dominios cognitivos en acción.
La toma de decisiones está asociada a las funciones ejecutivas, es decir, al dominio cognitivo encargado de la resolución de problemas complejos. Pues bien, se ha demostrado que el lóbulo prefrontal situado en la parte anterior del cerebro es el encargado de activar nuestro sistema ejecutivo.
Nuestra parte prefrontal, la que se encuentra cercana a nuestra frente, es la encargada de funciones como la toma de decisiones, la gestión emocional, la planificación y organización, la flexibilidad cognitiva y de la memoria de trabajo, entre otras muchas funciones más.
Todo lo que vemos a nuestro alrededor es procesado por nuestro cerebro de forma rápida.
Cuando se activan los receptores visuales en nuestra retina dicha información es enviada a nuestro cerebro. Sin embargo, lo que vemos realmente no es más que miles de imágenes que, posteriormente, nuestro cerebro analiza e interpreta. Es como si nuestro cerebro fuera el creador de la película de nuestras vidas mediante el procesamiento de numerosas imágenes.
Feldman, L. La vida secreta del cerebro. Cómo se construyen las emociones. Ed: Paidós. 2018
DeFelipe, J. El cerebro. National Geographic. Ed: RBA. 2017
Recursos web:
https://lamenteesmaravillosa.com/por-que-el-cerebro-no-siente-dolor/
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