La Vuelta al Colegio

Volvemos al colegio, volvemos a la rutina. 


Esta semana comenzamos el colegio después de muchos meses. Ya estamos en septiembre y ello implica dejar atrás los meses de vacaciones y la vuelta a la rutina. Después de los meses de descanso siempre nos suele costar mucho más poner en marcha el ritmo de aprendizaje que teníamos antes. 

Desde el punto de vista del cerebro y el aprendizaje, septiembre siempre implica un gran reto. Septiembre implica la vuelta al trabajo y a volver a estimular todas esas áreas que necesitamos tener en buen funcionamiento para obtener un óptimo aprendizaje. 

El neurodesarrollo es el desarrollo tanto patológico como normativo que se lleva a cabo en nuestros primeros ciclos de vida. No solo eso, sino que también implica conocimiento individual y social. Las herramientas pertinentes para desarrollar buenas habilidades sociales también dependen del neurodesarrollo. 

¿Por qué es tan importante su rutina para su aprendizaje?

Para poder responder a la pregunta primero debemos de saber qué organismo regula nuestros ciclos biológicos. El encargado de que esto ocurra es el hipotálamo regulando los ritmos circadianos, es decir, regulando los ciclos de hambre y sueño, por ejemplo. ¿Por qué solemos tener hambre a la misma hora? ¿Por qué nos dormimos a la misma hora? La respuesta nos la proporciona el hipotálamo, regulando nuestro ritmo circadiano. Por lo que, nuestro cerebro necesita regular los ritmos circadianos y saber a qué hora toca hacer cada cosa. 

El cerebro funciona mucho mejor mediante la organización y las rutinas establecidas (como hemos citado anteriormente) y, a su vez, los cambios no es algo que suele gustarle mucho (por eso a veces nos cuesta tanto salir de la zona de confort). En un cerebro en desarrollo la rutina y organización diaria funcionan a la maravilla, ya que potencia su aprendizaje. Aunque sí es cierto que esta fórmula no es exacta ni precisa para todos los cerebros ni para todas las edades. 

Además, la rutina escolar no es el único beneficio de volver a ir al colegio, pues su cerebro está en continua estimulación y eso tiene un claro y importante efecto positivo en su neurodesarollo. La curiosidad es la gasolina que nuestro cerebro necesita para avanzar. Nuestro cerebro necesita pequeños retos para ir avanzando e ir mejorando. Cuando el cerebro está en continuo desarrollo, aún más que en ningún otro momento, necesita que sea estimulado y que se potencie su flexibilidad cognitiva. 

En general, la vuelta al colegio suele tener un efecto positivo en el neurodesarrollo y en el aprendizaje del menor. Algunos de los efectos que suele tener es la mejora de la atención en la mayoría de niños y/o adolescentes, pero particularmente en niños con TDA-H.  La concentración no solo mejora con la vuelta al colegio, pero sí es cierto que cuando se establecen rutinas y nuestro cerebro sabe que a determinadas horas tiene que trabajar, es entonces cuando focaliza la carga de atención que tiene en realizar dicha actividad. 

Ya por último y, como ya hemos citado anteriormente, a nivel cognitivo se observan muchas mejoras asociadas a la vuelta al colegio. Un cerebro en pleno neurodesarrollo necesita que sea estimulado para poder sacar todo su potencial. Así que, aunque al inicio cueste retomar la rutina escolar, son muchos los beneficios que obtendrán en el camino. 

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